Asoportuaria, el gremio que representa a los puertos marítimos y fluviales ubicados a lo largo del Río Magdalena, advirtió este miércoles sobre una nueva crisis en el canal de acceso al puerto de Barranquilla debido a las nuevas restricciones.

A través de comunicado expresaron su preocupación porque desde finales del año pasado venían alertando a las entidades correspondientes sobre la preocupación generada en el sector portuario acerca de la terminación del dragado y los tiempos necesarios para iniciar el contrato de dragado del año 2023.

Expusieron que este nuevo proceso, que debe adjudicarse el 25 de enero, adicional a los días necesarios para la formalización y legalización del mismo, implica que la Zona Portuaria de Barranquilla esté al menos unos 40 días sin dragado.

Este nuevo proceso, que debe adjudicarse el 25 de enero, adicional a los días necesarios para la formalización y legalización del mismo, implica que la Zona Portuaria de Barranquilla esté al menos unos 40 días sin dragado.

“Las implicaciones de esta situación han sido inmediatas. Tras solo 5 días de terminarse el contrato anterior, la Autoridad Marítima, a través del mensaje de seguridad No. 001 del 2 de enero de 2023, estableció un calado operativo de 7.50 metros, reduciendo el calado en un (1) metro”, señalan.

El gremio portuario indica que las profundidades evidenciadas en la última medición batimétrica realizada en Bocas de Ceniza, muestran que, en poco tiempo, el calado operativo se podría situar incluso por debajo de los siete (7) metros, con las implicaciones y sobrecostos logísticos adicionales a los actuales que esto implica.

“Quedaría incluso en riesgo la operación de una draga en dicho sector, tal como ya ocurrió en noviembre de 2021, cuando las profundidades cayeron tanto que la propia draga no tenía las condiciones para trabajar”, agregan.

Según Asoportuaria, la actual restricción, pone en riesgo cerca de 15 motonaves, que venían programadas para ingresos o zarpes con el calado anterior de 8.50 metros y que, con el nuevo Mensaje de Seguridad, deberán aligerar o desviar carga, generando sobrecostos, pérdidas e ineficiencias que preliminarmente se estiman en cerca de USD $2,500,000.

Muchas de estas motonaves –añade- venían con programación retrasada luego de los dos días y medio de cierre del puerto en días pasados debido al incidente del incendio, lo que implica un pésimo inicio de año, en donde los esfuerzos deberían centrarse en cómo apoyar a las empresas usuarias de las terminales portuarias en hacer más eficientes sus operaciones de comercio exterior en medio de un entorno complejo, y no en cómo sortear una nueva crisis portuaria anunciada.

En vista de lo anterior, el gremio de portuarios pidió a Cormagdalena, Findeter, Ministerio de Transporte y demás y demás entidades vinculadas, su gestión inmediata y urgente para solventar esta nueva crisis.

“La zona portuaria de Barranquilla, sus usuarios y la economía de la ciudad no merecen una nueva crisis portuaria”, concluyen en el documento que firman el director ejecutivo Lucas Ariza, y el presidente del consejo directivo, Ricardo Román.

Alarmante noticia, más de un mes sin dragado se traduciría en pérdidas económicas y otro golpe a la competitividad de Barranquilla. Navegabilidad del río Magdalena debe ser prioridad, procesos contractuales deben coincidir para no dejar ni un solo día sin dragado. https://t.co/pGJoz3eHVb

— Efrain Cepeda (@EfrainCepeda) January 3, 2023